Los ministros llamados por Dios a ejercer trabajo dentro de la obra de Dios, deben ser irreprensibles, maridos de una sola mujer y que gobiernen bien su casa
I Timoteo 3:1-5
Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea.
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible,
no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)
"Sostenemos como Iglesia que toda nuestra base doctrinal es respaldada por la luz de la Biblia, sin legalismos, ni tradiciones. Nuestro deseo es llevar Buenas Nuevas a toda criatura y la unificación del Cuerpo de Cristo." |
